¿Cómo debemos cuidar el ombligo de un recién nacido?

Casi todas las mamás, sobre todo las primerizas tienen siempre muchísimas dudas sobre los cuidados generales e higiene de sus bebés.  La más frecuente suele ser   ¿Cómo debemos cuidar el ombligo de un recién nacido? En la mayoría de los  casos tienden a preguntar a otras madres sobre sus diferentes experiencias,  y no todos son buenos consejos.

Cuando los especialistas que atienden en el parto cortan el cordón umbilical, queda un muñón que se va secando y cogiendo cada vez un color más negruzco, hasta que poco a poco se va desprendiendo. Generalmente, eso ocurre entre la primera y tercera semana de vida. Lo más importante que tenemos que tener en cuenta hasta que se desprenda ese muñón, es evitar la infección y para ello, se debe mantener la zona siempre lo más limpia y seca posible.

¿Qué debemos hacer?

  • El pañal no debe cubrir la zona del ombligo. Si es necesario, se doblará el borde para que no roce el muñón.
  • No hay que lavar la zona con miedo, siempre con agua y jabón y sin sumergir. Posteriormente, secar la zona cuidadosamente y envolverla con una gasa.

Quizás, casi todas las madres tengan conocimiento de la utilización de algún antiséptico tipo alcohol de 70º o clorhexidina, pero actualmente no es recomendado su uso.

Se puede dar el caso, aunque son poco frecuentes, de las infecciones de ombligo (onfalitis). Así que si se observan secreciones de pus u otros líquidos con olor desagradable, es conveniente consultar al pediatra.

Si en tres semanas tras el nacimiento del bebé no se ha desprendido el cordón también es conveniente ponerlo en conocimiento del especialista, y no proceder a realizar el desprendimiento manual por parte de los padres.

Tras la caída del muñón, el ombligo todavía no ha cicatrizado y es posible que la zona sangre, por lo que se debe continuar con los mismos cuidados hasta que la gasa con la que lo envolvemos aparezca limpia un par de días consecutivos. No es conveniente la utilización de fajas u otros objetos ya que en lugar de beneficiar pueden provocar una infección.

¡Ah! Y ante cualquier duda, no olvidéis consultar con un especialista. Él siempre os dará los mejores consejos.

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